domingo, 28 de septiembre de 2025

Cosas que me hacen falta desde que no estás.

Si no hubiera sabido que ibas a morir pronto y me hubieran preguntado qué es lo que iba a extrañar más si no estuvieras habría dicho cosas "grandes", "profundas" pero son las pequeñas cosas de la cotidianeidad más simple las que me recuerdan cada día tu ausencia. 1. Que alguien me peine: La última vez que me peinaste, me hiciste dos trenzas. Tengo un lado de la cabeza con más pelo que el otro. Siempre que me peinabas me lo recordabas. Nadie me ha vuelto a peinar desde ese día. 2.que me recuerdes que el latido de tu corazón siempre me iba a transmitir paz. Recuerdo que siempre me decías que es lo primero que oí. El latido se apagó. Algo falló. Ya no sentiré tu pecho en mi oreja y tu mano en mi cabeza, ya no tendré esa manera de sentir paz. Paz infinita e interminable, cuánto la necesito a veces. 3.Tu risa escandalosa: Cuando la oía a lo lejos me hacía sentir en casa. En la adolescencia cuando nos llevábamos mal, me daba coraje escucharla porque no sabía por qué conmigo no sonaba así. Me hubiera gustado que hubiéramos transitado mejor esa etapa.Cómo me gustaría oirte reir una vez mas. 4. Tu pollo a la naranja: Tu platillo especial en ocasiones especiales. Tengo recuerdos de ayudarte a hacerlo desde bien pequeña, la receta sacada de la colección de revistas "Tesoros de la cocina" que tu hermano regaló sin que yo pudiera ojearlas de nuevo. Recuerdo las piezas de pollo enharinadas y salpimentadas en una bolsa de plástico porque "así quedaba más parejo". Enharinar era mi labor. 4.1 La ensalada con maggi, cebollitas y pepino: De la misma revista. Recuerdo la ensaladera de flores donde siempre la servíamos. Recuerdo que la hacías para mi cumpleaños porque yo siempre te la pedía. 4.2 Todo lo demás que cocinabas. Sopa de fideo, pascualina (de las mismas revistas), sopa de avena, sopa de habas... ahora que me doy cuenta, eras muy sopera ja! 5. Tus audios reclamándome por qué no te había escrito seguidos de otros audios en los que me contabas tu día a día, el quehacer interminable en la casa, la situación en casa de mi abue y las dolencias de tus alumnos. 6. Tus calaveras del día de muertos. Día de muertos siempre fue una fecha especial para tí y por ende para mí. Recuerdo que desde muy niña me llevabas al Mercado de Jamaica a comprar flores, papel picado y demás cosas para la ofrenda. Siempre me dijiste que lo único que me pedías cuando murieras era que te pusiera ofrenda. Desde nosécuándo te dio por escribir calaveritas a algunas personas que conocías y empezaste a exigirme escribirte una cada año, cada año cumplía a regañadientes y la mandaba tarde, siempre tarde. De hecho en los últimos audios que me mandaste (4 de noviembre 2022) me exiges tu calverita de ese año, que por supuesto no había ni comenzado a escribir. Desde que no estás cumplo a rajatabla con tu calavera, y ofrenda pues siempre he puesto. 7. Tu olor. Aun puedo olerlo en la ropa guardada en el closet de TU casa. Guardé muchas cosas tuyas, cosas viejas supongo, prendas que traen asociados recuerdos de mi infancia y otras que se que podré aprovechar algún día, yo no soy mucho de tener mucha ropa. Cuando llegué a casa después del funeral entré a tu cuarto a buscar algo de la ropa sucia del bote, pero no había nada, dejaste toda la ropa limpia. Pude rescatar una blusa y un trapo del cuello que guardé en una funda plástica de esas donde vienen las sábanas cuando las compras. Tengo miedo que deje de oler, tengo miedo de olvidarme a qué olías cuando me abrazabas. Tengo miedo de no volver a respirar ese aroma. Tengo miedo que con los años ese olor se altere y no pueda vovler a remembrarlo nunca. 8. Tus ganas de bailar en cualquier sitio. Cuando sonaba una canción que te gustaba,PUM. a bailar, qué verguenza me daba y siempre me sacabas a bailar, obviamente el 90% de las veces no bailé contigo... 9. Tus estornudos. Así como tu risa, tus estornudos eran también potentes. Tan peculiares, tan graciosos. a veces me sorprendo a mi misma estornudando parecido y es que desde que te fuiste me he dado cuenta que tengo muchas cosas tuyas, gestos, palabras, miradas y a veces algun estornudo enjundioso que me hace pensar en ti. Me haces falta tú cada puto día de mi vida. Me duele tanto que no estes. Nos veo en las hijas pequeñas con sus madres, jugando, riendo o simplemente caminando de la mano... Nos imagino en las hijas mayores con sus madres, ayudando a caminar a quien alguna vez guío sus pasos, me da envidia la verdad. Ojalá te hubiera visto de abuela, me da rabia que no estés. Me duele, me enoja, me duele más y así al infinito. Agradezco nuestra vida pero no fue suficiente, nos quedaba mucho muchísimo. Qué mierda. canción recomendada:

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