domingo, 3 de abril de 2016

Así nomás.


Es horrible cuando pierdes o te roban algo. Un billete, las llaves, el ipod, los lentes, la chamarra. Es horrible porque no sólo se pierde lo representa el objeto al que uno está apegado (a veces mucho) se pierden también las horas de trabajo invertidas para adquirir el susodicho objeto.

Ayer me robaron mi mochila con mis lentes (que ya llevaban conmigo como 5 años) y mi ipod. Ambas cosas me encantaban, me servían. Sentí horrible cuando mi mochila no estaba donde la dejé. Me sentí estúpida, enojada y con ganas de regresar el tiempo. Pregunté a un "guardián de la ley" que estaba haciendo rondines por la zona y me dijo que no había visto nada... yo creo que fue él, no sé por qué pero sentí su mirada extraña... tal vez sólo sean mis ganas de encontrar a un culpable.

Esta sensación extraña de la pérdida se junta con todas las demás que ya traía arrastrando. Soy un remolino de pensamientos, ideas y emociones y no sé bien qué hacer con ellas.... Hay veces en las que quisiera meterme en una cueva y no salir jamás. Apagar mi cerebro, dejar de pensar y sentir.

Siempre me he considerado una persona muy positiva, amiguera y en extremo alegre aunque últimamente  lo de alegre no me viene tanto. Hace 7 años empecé una relación que empezó siendo de ensueño. Lo conocí en la escuela y al instante empecé a sentir cosas lindas cuando estaba cerca. Poco a poco nos fuimos acercando y desde entonces nuestra historia se ha ido escribiendo.

Recuerdo la sensación de empezar con alguien, esas ansias locas de estar con la persona tooodo el tiempo, de escuchar su voz. Las mariposas revoloteando en el estómago, corazón, cabeza y todo el cuerpo.  Siete años. Casi el mismo tiempo que dejé de escribir a menudo, casi el mismo tiempo que dejé de hacer música, que dejé de estar sola. Poco a poco nustras rutinas se fueron haciendo una, los amigos eran comunes y nadie tenía nadie "suyo".

Soy hija única, la soledad ha formado parte de mi existencia desde que fui concebida, me gusta LO NECESITO. Él no siente lo mismo. Venir de una familia problemática -donde el "amor de pareja" y estabilidad sólo duraban breves instantes; donde los gritos, peleas y amenazas de separación eran pan de cada día y mamá no hacía nada sin la aprobación de papá- ha forjado dos personas (hermana y él) en extremo inseguras, incapaces de ver que la felicidad no depende de otras personas sino que viene  de uno mismo. Él no sabe estar solo, ni quiere aprender. Siento que me asfixio, siento que mi alma se muere. Cuando empecé a sentirme así se lo dije, le dije que no debíamos estar todo el tiempo juntos porque las personas se desgastan, porque es sano estar separados. Le dije que era necesario que yo pasara tiempo sin él. Sólo asintió, sólo me dijo que lo entendía. No cambió nada. Lo dije mil veces más. Lo dije gritando, lo dije llorando, lo dije calmada, lo dije feliz. Con el tiempo asentir quedó atrás. Empezó a decir que yo no quería estar con él, que lo quería abandonar. Le dije que no, que lo amo y que no por querer estar sola o sin él iba a dejar de sentir lindo por él. Asintió de nuevo.

Nos mudamos juntos, otra ciudad, otro aire y fuera de casa de mamá. Yo igual sentía asfixia. Buscamos trabajo y encontré uno rápido. Él movió tierra, mar y cielo por tener el mismo turno que yo porque "no tiene caso vivir juntos si no nos vamos a ver". Frustración, aceptación.

-Necesito tiempo sin ti.
-No nos vemos cuando trabajamos.
-No es lo mismo.

Poco a poco me fui dando cuenta que su inseguridad es mucho más grande de lo que pude haber imaginado en un principio.

-Necesito tiempo sin ti.
-No nos vemos cuando trabajamos.
-NECESITO ESTAR SOLA.

En mi área laboral predominan los hombres, no tengo problema, siempre me he llevado mejor con los del sexo opuesto, me va bien su forma de ser, no son tan problemáticos. En el trabajo siempre tengo un favorito, alguien con quien me llevo mejor que los demás y con quien platico de mil y un estupideces. Cuando llegaba a casa contaba mi día y su cara iba cambiaba cuando mencionaba al "favorito". Al principio me jactaba que él no era celoso. Que me dejaba ser y hacer, ir y venir. No es así, no necesita prohibirme o negarme algo para no dejarme ser ni hacer, basta con una mirada o un simple comentario"inofensivo" o "en broma".

-¿Te gusta verdad?
-No.
-¡Tú le gustas!
-Tú dices que a todos les gusto
-¿Cómo no les vas a gustar? Eres muy linda y buena onda. Eres coqueta (WTF)


Con el tiempo dejé de contarle mis cosas para evitarme las preguntas incómodas que muchas veces terminaban en frustración y enojo de mi parte intentando hacerle entender que NO lo voy a cambiar, que NO me gustan todos y que lo escogí a Él. Tiene tanto miedo a que le sea infiel, que lo deje, que tenga aventuras, que lo cambie por otro más guapo/inteligente/con dinero. Dice que para mí sería muy fácil encontrar a alguien rico y guapo. Yo le digo  que tal vez aunque no me interesa. Pero ya me cansé. Ya me cansé de explicar. Ahora ya no tengo trabajo, al menos no uno "normal". Trabajamos por nuestra cuenta y nos va bien, financieramente. Volvemos a estar juntos TODO el tiempo.

-Sólo quiero que seamos felices.
-¿Seamos? O que sólo tú seas feliz. Eres egoísta y sólo piensas en estar bien. Yo necesito soledad para ser feliz y como tú te sientes mal cuando no estás conmigo prefieres que yo sufra porque tú no sientes lo que yo.

NO SOY FELIZ, NO SOY FELIZ, NO SOY FELIZ CONTIGO, ODIO CÓMO SOY CUANDO ESTOY CONTIGO. NO QUIERO SER COMO TUS PAPÁS. NO QUIERO SER COMO TODOS LOS MATRIMONIOS "FELICES" DE 45 AÑOS. NO QUIERO SER ASÍ. NO VOY A SER ASÍ

Tuvimos una crisis muy fuerte hace poco y ambos quedamos en que vamos a tomar terapia, él sabe que es celoso y que no está bien. Sabe que a veces imagina cosas que no están ahí. Yo se que no es su culpa, me consta que quiere cambiar y no sabe cómo. También se que a veces soy super desagradable con él y no es justificación pero es que estoy harta de él aunque eso no quiere decir que he dejado de amarlo.Ya no se si lo amo, sólo que estoy cansada de su voz, de su forma de ser , de cómo azota las puertas y que nunca apaga las luces. Exagero ya lo sé y por eso necesito tiempo sin él para extrañar sus ruidos y sus halagos, o tal vez no.  También necesito tiempo  conmigo, con mis letras y mi música. Se que han sido años los que no me he sentido feliz o plena con él a solas, digo a solas porque cuando estamos con más personas es distinto, no hay esos celos ni ese lloriqueo constante de "no me quieres" "ya no me quieres abrazar", etc. y me cae muy bien, me hace recordar por qué lo quise. Me gusta como es así sin inseguridades, me gusta cómo lo quiere mi familia y cómo se lleva con mis amigos, me gusta que quiera viajar conmigo y que sea súper ubicado.

Quiero ser feliz, quiero sentirme libre.

Sólo que ahora sufro y necesito paciencia.

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