Es horrible cuando pierdes o te roban algo. Un billete, las llaves, el ipod, los lentes, la chamarra. Es horrible porque no sólo se pierde lo representa el objeto al que uno está apegado (a veces mucho) se pierden también las horas de trabajo invertidas para adquirir el susodicho objeto. Ayer me robaron mi mochila con mis lentes (que ya llevaban conmigo como 5 años) y mi ipod. Ambas cosas me encantaban, me servían. Sentí horrible cuando mi mochila no estaba donde la dejé. Me sentí estúpida, enojada y con ganas de regresar el tiempo. Pregunté a un "guardián de la ley" que estaba haciendo rondines por la zona y me dijo que no había visto nada... yo creo que fue él, no sé por qué pero sentí su mirada extraña... tal vez sólo sean mis ganas de encontrar a un culpable. Esta sensación extraña de la pérdida se junta con todas las demás que ya traía arrastrando. Soy un remolino de pensamientos, ideas y emociones y no sé bien qué hacer con ellas.... Hay veces en las que quisier...
Comentarios
Lo estoy escuchando y wow...
Está excelente.
WOW
Pero si, esta chido.
Yo era más o menos fans de su tocaya la Lafourcade, a quien nunca le he dejado de reconocer su talento, junto a Ximena Sariñana y a la chavita de Belanova. Así, pops, normalitas las tres, con un modo de expresion propios de una nueva juventud que ahora ronda por los veinte años.
Menuda fue mi sorpresa cuando comencé a escuchar este disco; no es nada fácil hacer lo que Lafourcade hizo, tomando en cuenta que escribir para una orquesta no es lo mismo que para una banda de cuatro músicos con sintex y sha la la. Este es un trabajo muy bien estructurado de un músico serio. Muchas gracias por su recomendación, ha motivado un enlace de mi bló al suyo nomás de puritito gusto.
Si le gusta y quiere seguir escuchando algo parecido le recomiendo a Guidon Kremer y la Kremerata Baltica con un disco que se llama "Eight Seasons"; un homenaje a las estaciones de Vivaldi, pero curiosamente emparentadas con algunos tangos de el gran Astor Piazzolla, quien escribió tambien una suerte de cuatro estaciones con su "Primavera Porteña", "Verano Porteño", "Otoño Porteño" e "Invierno Porteño". Muy recomendable sin que se asuste por el término "tango", ya que el mismo Astor, al recibir tan fuertes críticas, decidió llamarle "Música contemporánea de Buenos Aires".
Cuidese mucho.