Vida...
Yo iba nadando a través del océano del Frímpico, ese que está en el lado del mundo que casi nadie conoce, realmente disfrutaba el agua, y es que cuando nadas ahí se te olvida todo lo demás, si estás triste te hace olvidar del motivo, si estás enojado, te hace ver las cosas claramente y solucionas tus problemas en un dos por tres.. Realmente yo cuando entré a nadar me encontraba feliz, aunque un poco asustada pues me había perdido y separado del grupo con el que venía, y al principio estaba en mi lancha de gelatina verde que era muy cómoda por cierto, pues me habían dicho que era peligroso tocar esas aguas tan hermosas que cambiaban de color cada instante. La tentación me ganó y decidí sumergir mi mano en ellas, no pasó nada, metí el brazo ... nada... saqué mi brazo y comencé a ver mi mano, no le había pasado nada... decidí meter un pie... nada... hasta al que al fin, amarré mi mágica lancha a mi muñeca y me sumergí en el agua que en ese momento era naranja. Flotaba sola, no tenía que ...