Mora
Domingo equis 7 pm. Vamos circulando por el carril de alta (as usual) en la Av. 608. A lo lejos (no tan tan lejos) vemos un barullo de coches, entre coches alcanzamos a ver un perro. ¡¡Oh noo!! Creo que eso fue lo que dije. Poco a poco todos los autos de los carriles centrales de la vía se detienen. Para esto nosotros ya estamos en primera fila. La calle es de dos sentidos, dividida al centro por un muro sobre el cual, unos metros más arriba, pasa el metro. Nos orillamos junto con otros 2 autos. El perro salta al otro lado (después me enteré que el salto fue motivado por un motociclista que intentaba hacer que el perro fuera hacia el lado seguro de la calle). "Vámonos, no podemos hacer nada". Javier no me escucha y detiene el coche, intermitentes puestas. Otros coches reanudan su marcha. Quedamos 3 coches detenidos en el carril de alta, sin conductores pues todos bajaron de los vehículos y cruzaron la avenida sobre el camellón. Yo estaba en el auto pensando tortuosamente ...